- Un trozo generoso de pavo (muslo y contramuslo)
- Su poquito de carne de jarrete o falda (unos 200 grms.)
- Un trozo de costilla salada
- Espinazo
- Un hueso blanco
- Jamón para el puchero
- Cuarto y mitad (375 grms.) de garbanzos
- 2 zanahorias
- Media penca de apio
- 2 patatas
- 3 litros de agua
Si habéis comprado los garbanzos secos, ponedlos a remojo la noche antes.
En una olla grande, echad todos los ingredientes. Los huesos salados, como os dije antes, los laváis y le quitáis el exceso de sal. Pelad las patatas y las zanahorias y echadlas también en la olla, junto con el apio. Añadid el agua y poned a fuego fuerte.
Yo hago el puchero en abierto, así que cuando vaya a comenzar el hervido se formará la dichosa espumita procedente de las impurezas de las carnes. No pasa nada. La vais retirando con una espumadera. Esto os garantizará un caldo casi transparente.
Una vez comenzado el hervido y eliminada la espuma, bajáis el fuego (al 3 en mi vitro) y lo dejáis durante 3 horas.
Ya tenéis un pucherazo de lo más rico. Y a partir de aquí, ya sabéis: croquetas, ropavieja, ensalada… Del puchero, como el cerdo: hasta los andares.