Hace poco asistí a una cata de algas donde hablaron de una empresa que elaboraba un pan con tinta de calamar, y yo, que ya había hecho pan con algas, me dije: «¿cómo no se me había ocurrido eso, yo que soy el niño de los cefalópodos?».
Bromas aparte, me pareció una idea genial combinar algas y tinta para crear un pan que sirviese como acompañamiento a patés, quesos y otras preparaciones. Y como mi panificadora nueva puede con todo, me puse manos a la obra.
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El pan, acabadito de salir (¡quema, quema!) |
Ingredientes para un pan de 1 kilo (aprox.):
- 540 grms. de harina de trigo
- 300 ml. de agua
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 sobre de levadura instantánea (unos 5 grms.)
- 1/2 bolsita de tinta de calamar
- una pizca de especias de algas
- una pizca de polvo de algas
Calentamos el agua y diluimos la tinta de calamar en ella. Esperamos a que se atempere un poco y vertemos en la cubeta de la panificadora.

Añadimos la harina y colocamos la levadura en un hueco que haremos en el centro. Ponemos la sal en una esquina de la cubeta y el azúcar en otra. Esto no es un protocolo al azar. Se hace así para que nada entre en contacto con la levadura antes de tiempo.
Ponemos en marcha la máquina de pan en el programa básico. Cuando el aparato nos lo indique (suele pitar), añadimos las especias y el polvo de algas y dejamos que termine.
Esperamos que enfríe un poco y ya lo tenemos listo para servir. A mi me gusta tostarlo un poco antes de servirlo con paté, con queso cremoso, con un poco de paté de cabracho…