Musaka individual

Esto no es más que una musaka, plato clásico de la cocina helena, pero en formato individual.

Para ello he usado un aro de emplatar del mismo diámetro que las rodajas de berenjena. O lo que es lo mismo: he procurado utilizar sólo rodajas de berenjenas que tuviesen el mismo diámetro que uno de mis aros de emplatar.

Ingredientes para 4:

  • 4 rodajas de berenjena, de 1 cm. de grosor
  • 1/2 kilo de carne picada de ternera
  • 1/2 cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • 1 lata de tomate frito
  • aceite de oliva virgen extra
  • sal y pimienta
  • Parmesano rallado
 
para la bechamel:
  • 1 litro de leche
  • 75 grms de mantequilla
  • 75 grms de harina
  • nuez moscada rallada
  • sal y pimienta
Las rodajas de berenjena las vamos a tener sumergidas en agua con sal durante media hora. Luego las sacamos y las secamos (parece un trabalenguas). Ponemos una sartén al fuego con un poco de aceite y marcamos las berenjenas por los dos lados. Reservamos.
En esa misma sartén sofreímos los ajos en láminas y la cebolla bien picada. Añadimos la carne y rehogamos durante 10 minutos. Añadimos entonces el tomate frito, la sal y la pimienta y dejamos a fuego medio hasta que la salsa reduzca un poco.
Vamos preparando mientras la bechamel. Para ello ponemos un cazo con la leche y comenzamos a calentarla, ya que debe estar caliente cuando el roux (mezcla de grasa y harina) esté listo. En otro cazo derretimos la mantequilla. Cuando esté derretida, añadimos la harina y removemos para que se mezcle bien. Hacemos esto hasta que no huela a cruda o hasta que empiece a tomar un poco de color. Veréis como la masa se despega del cazo. Ese es el punto.

Añadimos ahora la leche, y a fuego bajo, removemos sin parar para que no se formen grumos. Le añadimos sal, pimienta y nuez moscada. Apartamos y reservamos.

Ponemos el horno a precalentar, a 200 grados. Sobre la bandeja del horno colocamos un trozo de papel vegetal y ponemos los aros de emplatar. En el fondo de cada aro ponemos una rodaja de berenjena, luego la carne picada con tomate y para terminar, un poco de bechamel. Añadimos «en todo lo alto» un poco de Parmesano rallado.
Metemos al horno, con el gratinador encendido, y lo tenemos 5 minutos a 220 grados, o hasta que el queso y la bechamel se doren.
Cuando estén listos quitamos los aros con cuidado, ayudándonos de un cuchillo afilado.

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