Hoy tenemos una crema clásica de siempre.
-¡Deconstruida, claro!
-No. De las de toda la vida.
–Pero habrás usado el sifón de espumas, o el soplete, o la deshidratadora…
-¡Qué va!. La batidora de brazo nada más. Metida en la olla, como hace mi madre.
Pero basta de charlas. Vamos a ello.
Ingredientes para 1 litro (aprox.):
- 800 grms de calabacín
- 1 cebolla mediana
- 400 grms de caldo de pollo
- aceite de oliva virgen extra
- 75 grms de mantequilla
- sal y pimienta
- nuez moscada
- pan tostado
En una cacerola pochamos la cebolla cortada en trozos con un poco de aceite y la mantequilla.
Añadimos el calabacín cortado en trozos y con piel. No me hace falta deciros que lo lavéis bien antes.
Rehogar durante 10 minutos, añadiendo sal, pimienta y un poco de nuez moscada rallada. Al cabo de ese tiempo, añadid el caldo. Yo lo he usado de pollo, pero el de verduras le va que ni pintado.
Coced durante 15 minutos, o hasta que notéis que el calabacín está tierno. Ahora solo os queda meter la batidora de brazo en la olla y batir bien hasta obtener una crema.
Acompañad la crema con unos picatostes de pan tostado (coscorrones, por estos lares). Pueden ser fritos, por supuesto, pero si los tostáis evitáis el exceso de aceite.
… y sin deconstruir ni sifonear nada!