Si tenéis oportunidad de hacer una barbacoa, elegid un costillar de cerdo entero. Creo que es la mejor manera de hacer costillas a la brasa. Además de la susodicha pieza de carne, sólo os hará falta sal gorda y aceite de oliva virgen extra. Podéis añadir un poco de perejil picado fresco una vez esté listo el costillar.
La receta no tiene mucho más. Preparad la barbacoa con suficiente antelación ya que tendremos que poner la carne cuando ya no quede fuego y tengamos las brasas a punto. Haced unos cortes en la parte de la grasa en un sentido y luego en el otro, de manera que os quede como una cuadrícula. Esto facilitará la cocción.
Distribuid la sal y el aceite con las manos para que la pieza de carne quede bien impregnada por los dos lados y colocadla sobre la parrilla. Un costillar de unos 3 o 4 kilos tendrá que estar unas dos horas en la barbacoa. A mitad de ese tiempo, dadle la vuelta. Podéis jugar también con la altura de la parrilla (si podéis) para regular el calor.
Presentad el costillar en una bandeja y cortad entre cada hueso con un buen cuchillo. Echad un poco de aceite de oliva virgen extra por encima. Está para chuparse los dedos.
