Tengo que agradecer esta receta a mi amigo Faly, del Bar Nono y a Carlos, su cocinero. En especial porque, en lugar de darme la receta tal cual, escrita en un papel, me dijo: «Muy bien. Mañana aquí a las 8:00 que vas a hacer tú los churros».
Y así fue. Media hora antes de entrar a trabajar me encontraba en la cocina amasando y tirando churros.
A mi me salieron más bien porras, que son los churros de masa gorda. Fue un problema técnico al no tener boquilla de estrías.
Ingredientes para 1 kilo de churros:
- 1 kilo de harina de fuerza
- agua suficiente (unos 2 litros)
- sal gorda
- aceite de oliva suave o de girasol alto oleico
En primer lugar ponemos el agua a hervir con 25 gramos de sal. En un recipiente grande, echamos la harina tamizada.
Cuando el agua esté hirviendo la vamos echando sobre la harina sin pasarnos. No queremos que nos quede una masa líquida. Añadimos más agua si vemos que la mezcla está muy seca. Al final nos tiene que quedar una textura un poco más gorda que la masa para pizza.
Ponemos a calentar aceite en una sartén grande. Necesitamos que alcance bastante temperatura. Mientras, cargamos la churrera y vamos formando los churros. Freímos en el aceite. Conviene bajar el fuego mientras se están friendo los churros, para que no se quemen por fuera y se queden crudos por dentro.
Es imprescindible servirlos acabados de hacer.